El Tantra es una tradición espiritual que se originó en la India hace unos 4.000 años. Es un estilo de vida que celebra y busca la unión del cuerpo, la mente, el corazón y el alma. El Tantra es una forma de yoga. Yoga significa unión. El propósito último del Tantra es la unión de los amantes y, en última instancia, la unión con lo Divino. En la tradición tántrica, la sexualidad y la espiritualidad van de la mano. ¡Los amantes invitan literalmente a Dios a su lecho!
Muchas culturas tienen alguna variante de esta práctica desafiante y deliciosa: los taoístas en China y los cheyenes en Norteamérica, por ejemplo. Aunque existen diferencias entre estas prácticas, todas las formas de sexualidad sagrada comparten el cultivo consciente y el uso de la energía sexual con fines de crecimiento espiritual, sanación, creatividad y placer elevado.
Las prácticas del Tantra se introdujeron por primera vez en Occidente en el siglo XIX, pero un resurgimiento tántrico en los ashrams de la India a finales de los años 60 contribuyó a una popularización gradual en Europa y Norteamérica. Testimonios recientes de músicos y actores famosos como Sting o Woody Harrelson lo han promocionado, y el Tantra se está convirtiendo en la opción preferida de aprendizaje sexual para quienes desean tenerlo todo: una vida sexual apasionada, un cuerpo saludable y crecimiento espiritual.
El arte de hacer el amor tántrico implica ejercicios de respiración, contracciones musculares, sonido, visualización, afirmaciones, creación de un espacio amoroso sagrado y otras prácticas ceremoniales, meditación, masajes sensuales y juegos sexuales. Para acumular una gran carga de energía sexual y alcanzar estados extáticos de conexión divina, los amantes tántricos prolongan el encuentro amoroso durante varias horas, experimentando niveles extraordinarios de placer en el camino.
Una de las maravillas del Tantra es que uno puede seguir aprendiendo y evolucionando durante años de práctica; su potencial de crecimiento es inagotable. Al mismo tiempo, es una práctica que da frutos inmediatos. Puedes notar una diferencia en tu forma de hacer el amor ahora mismo si sigues estos nueve pasos sencillos:
1. Intención
El sexo convencional tiene una meta: el orgasmo. Si ambos alcanzan el clímax al mismo tiempo, muchos creen que eso es lo mejor que puede pasar. Sin embargo, este enfoque suele generar frustración y ansiedad por el rendimiento. En el amor sagrado tántrico no hay un objetivo, pero sí un propósito: la unión. Tu intención es fundirte con tu amante en todos los niveles —cuerpo, mente, corazón y alma—, no solo físicamente. Puedes favorecer esta conexión viendo a tu pareja como un dios o una diosa, como una expresión viviente de lo divino. Busca la gloria, la belleza y la maravilla en tu compañero o compañera, y en ti mismo, y deja que eso brille.
2. Crear un Espacio Amoroso Sagrado
Crea el ambiente; transforma cualquier espacio —dormitorio, salón, etc.— en un lugar sagrado. Esto solo lleva unos minutos y cuesta poco o nada. Lo importante es tu intención, no los objetos específicos que utilices. Primero, limpia la habitación: aspira, desempolva y ordena. Por la noche, atenúa las luces y usa muchas velas. Añade plantas o flores frescas. Un cuenco de fruta resulta muy sensual. Puedes tener una botella de vino para compartir. Coloca objetos con valor emocional en el espacio. Prepara una cama para amantes con sábanas limpias de la mejor calidad (la seda es exquisita) y muchas almohadas.
Cuando termines de crear el espacio, tómate unos momentos para purificarlo energéticamente. Eso significa alejar conscientemente los pensamientos y emociones negativos o temerosos, e invitar a aquellos que sean gozosos, apasionados y seguros. Crea tus propios rituales con hierbas dulces, incienso e instrumentos musicales.
3. El Baño Purificador de los Amantes
Limpiaos mutuamente en preparación para vuestra gozosa unión. Lavaos la suciedad y las preocupaciones del mundo. Un baño caliente con aceites esenciales y sales es perfecto, especialmente si ambos cabéis en la bañera. Una ducha también es válida. Lo esencial es estar completamente limpios. ¡Después de todo, vais a “comeros” esa piel! Haz del baño una experiencia lenta y lujosa, prestando atención plena a tu amante. Lavaos y secaos con juego y entrega. Los hombres deben afeitarse o recortar el vello facial y aplicarse perfume. Las mujeres pueden ponerse sus mejores lociones y fragancias. Preparaos sensualmente para los placeres que están por venir.
4. Honor, Respeto y Permiso
La confianza, la entrega y la apertura del corazón son esenciales si queréis alcanzar las cumbres del éxtasis. No es solo la técnica lo que os llevará hasta allí. Debéis uniros como iguales amorosos en este viaje sexual.
Hombres, pensad en el yoni (vagina) como una apertura potencial; ¡nunca deis por sentada a vuestra compañera! Decidle suavemente cuánto la adoráis, la amáis y la respetáis mientras le susurráis al oído o mordisqueáis sus lóbulos. Expresadle vuestro deseo profundo de hacer el amor con ella (no a ella). Aseguradle que la animáis a despertar sexualmente y a expresarse plenamente. Hacedle saber que no compartís esos antiguos condicionamientos culturales que aún insisten en que “las chicas buenas” no disfrutan del sexo. Convencedla de que puede ser todo lo que quiera: una mujer de éxito, una hija respetuosa, una esposa fiel, una madre cariñosa, una amante apasionada y una auténtica buscadora espiritual. Decidle lo hermosa que es, lo bien que huele, y todo lo que más valoráis en ella. Finalmente, pedidle permiso para ser su amante tántrico apasionado.
Mujeres, haced saber a vuestro hombre que está a salvo. Aunque actúe con rudeza o aparente dureza emocional, muchos hombres temen la intimidad emocional. Cuanto más duro parezca, mayor puede ser ese temor. Decidle que admiráis su fortaleza, pero que también os excita cuando se permite ser vulnerable y mostrar sus emociones. Decidle lo atractivo y talentoso que es, y todo lo que más os gusta de él. Explicadle por qué lo amáis tan profundamente. Contadle cómo pensáis en él cuando no estáis juntos, y cómo tenéis fantasías de hacer el amor con él. Hacedle sentir que lo deseáis sexualmente. Finalmente, pedidle permiso para ser su amante tántrica apasionada.
5. Preliminares
Dos formas sencillas de sintonizar con el otro son armonizar la respiración y mirarse profundamente a los ojos. Al sincronizar vuestros ritmos respiratorios y establecer contacto visual íntimo, os conectáis emocional y energéticamente, además de físicamente. Empezad a explorar vuestros cuerpos con asombro, deseo y juego.
Recordad: en el amor sagrado tántrico no hay un objetivo. No estáis tratando de llegar a ningún sitio. Cada caricia es completa en sí misma. Una vez aprendáis a trabajar con vuestra energía sexual, podréis descubrir que basta tocaros los dedos o miraros a los ojos para tener un orgasmo. Así que los hombres no deben apresurarse a tocar los pechos o el yoni de la mujer. Comenzad desde las extremidades —dedos, pies— e id acercándoos lentamente. Por lo general, los hombres disfrutan de la estimulación genital en cualquier momento, pero las mujeres suelen preferir que sus pechos y genitales sean tocados solo después de haber sido excitadas por otras formas de contacto, conversación o conexión emocional. Aseguraos de que ella está bien lubricada antes del coito. Si es posible, ayudadla a alcanzar un orgasmo clitoriano antes de pasar a la penetración.
6. El Coito
Cinco o quince minutos de hacer el amor no suelen ser suficientes para la mayoría de las mujeres. Los hombres pueden aprender a retrasar la eyaculación, de modo que el encuentro amoroso pueda prolongarse durante horas. Un hombre puede aprender a retrasar la eyaculación durante semanas o incluso meses, no sólo en una sola sesión de amor. Un hombre que domina su respuesta eyaculatoria puede separar el orgasmo de la eyaculación y convertirse en un hombre multiorgásmico. Un hombre así puede durar lo suficiente durante el acto amoroso como para que su pareja también tenga tiempo de experimentar múltiples orgasmos.
Aunque el amor tántrico puede durar varias horas, esto no significa que se mantenga el coito activo todo ese tiempo. El coito se alterna con caricias, sexo oral, abrazos en silencio, danza, masajes, etc. Es recomendable que el hombre permita que su erección disminuya cada 30 a 45 minutos para renovar el flujo sanguíneo y recargar los niveles de oxígeno y hormonas en el lingam (pene).
7. Mover la Energía: La Bomba de la Pasión
Montar la ola del éxtasis ocurre cuando los amantes se excitan sexualmente por completo y mantienen ese nivel de excitación durante un periodo prolongado. Generan una intensa y ardiente energía sexual. Para el hombre, si esa energía no tiene una vía de circulación, la presión acumulada en la próstata puede provocar espasmos involuntarios y eyaculación, lo que pondría fin al encuentro.
Sin embargo, mediante una combinación de respiración, relajación y ejercicios de contracción muscular, tanto hombres como mujeres pueden aprender a hacer circular la energía sexual por su propio cuerpo y por el de su amante. Finalmente, las barreras del ego desaparecen y los amantes se funden en una unión extática.
El ejercicio de contracción muscular es muy sencillo. Si estuvieras orinando y detuvieras el flujo a mitad, estarías contrayendo exactamente los músculos adecuados de la manera correcta. Esta contracción y relajación de los músculos alrededor de los genitales se conoce como la bomba PC. Es el primer y más importante ejercicio para aprender a circular la energía sexual.
En el momento de mayor excitación sexual, ya sea durante el coito o mediante estimulación manual/oral, deten las acciones habituales y céntrate en mover la energía sexual que pulsa en tus genitales. Hazla subir y circular por el cuerpo. Utiliza una respiración abdominal lenta y profunda para mantener el cuerpo relajado. Añade la acción de la bomba PC y visualiza cómo la energía asciende por tu cuerpo como una bola de fuego, una ola de luz o una corriente eléctrica.
A través de tus ojos, tus manos y tus genitales, transmite esta poderosa fuerza a tu amante. Al principio, puede parecer difícil, porque no estamos acostumbrados a prestar atención a nuestra energía interna. Pero con práctica, serás capaz de reconocerla y dirigirla conscientemente.
8. El Juego Después del Amor
El acto sexual convencional suele terminar (con frecuencia de forma abrupta) cuando el hombre eyacula, pero el amor sagrado tántrico a menudo concluye mientras los amantes aún sienten deseo. Esto presupone que el hombre ha desarrollado cierto dominio sobre su respuesta eyaculatoria, de manera que finalizar el encuentro es una decisión consciente, que a veces incluye la eyaculación y a veces no.
En el Tantra, el final del encuentro amoroso se suaviza con caricias lentas, palabras de afecto y gestos de reconocimiento mutuo, como ofrecerse comida o bebida.
9. Compartir Vino, Comida y Otros Placeres Sensoriales
Compartir buena comida, vino y otros estimulantes, masajes sensuales, disfraces y juegos sexuales forma parte de la antigua tradición tántrica. Aunque el Tantra es profundo, no tiene por qué ser solemne. Relájate: sé juguetón, apasionado y atrevido.
Los amantes tántricos saben que son personalmente responsables de su propia realización sexual y de su crecimiento espiritual. Esto puede ser especialmente importante para los hombres. Muchos experimentan una gran ansiedad relacionada con el rendimiento. Pero incluso el amante tántrico más experimentado, sensible y hábil no puede hacer que una mujer tenga un orgasmo. Ella debe ser capaz de acceder por sí misma a ese lugar interno que es orgásmico.
El éxtasis sexual/espiritual no tiene mucho que ver con el control. Requiere confianza, entrega y la capacidad de soltar. Ambos amantes deben aprender a hacerlo. Si necesitas hacer un trabajo psicológico previo antes de permitirte abrirte de esa manera, no lo retrases.
Mientras tanto, agradáos mutuamente con la preparación, el ofrecimiento y la degustación de alimentos y bebidas de calidad. Mimaos con caricias mediante un masaje sensual. Vestíos (o desvestíos) el uno para el otro. Adoptad distintos personajes con diferentes disfraces; utilizad máscaras. Jugad y reíd juntos. Celebrad vuestro espíritu a través de vuestra sexualidad. Abrid el corazón. Dejad entrar al amante, y dejad salir el amor.
Sobre los autores
Al Link y Pala Copeland son los fundadores y responsables de 4 Freedoms Relationship Tantra. Organizan regularmente fines de semana románticos para parejas cerca de Ottawa, Canadá, así como retiros de una semana en lugares exóticos.
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